De
espaldas a la portada de la capilla del Santo Cáliz, y frente al retablo de la
misma, al subir la mirada, nos encontramos
con el precioso cenotafio (sepulcro vacío) del obispo Vidal de Blanes.
Alojado
actualmente en el lugar en el que siempre debió de estar,
fue compañero durante tiempo de los cuatro sepulcros que vimos
anteriormente alojados en la lonja que lleva a esta capilla. Al igual que
ellos, fue arrojado a una zanja en el siglo XVIII, cuando se instaló en la
capilla la estructura del trascoro gótico de la catedral. Aunque más sencillo y
austero que el sepulcro de su antecesor,
Raimundo Gastó, el cenotafio de Blanes
es de un interés y una belleza extraordinaria.
Pero
antes de ver y admirar tan magnífico y
bello cenotafio, veamos en unas muy
breves pinceladas quien fue Vidal de Blanes
y cuales fueron sus obras.
Retrato de Vidal de Blanes. Taller de Juan de Juanes. Año 1568. Sala Capitular de la Catedral. |
Tras
la muerte de Hugo de Fenollet, el Cabildo
valenciano se reunía en la cámara secreta,
el llamado reconditorio, con el objetivo de designar nuevo obispo.
Debemos
de tener en cuenta que por aquel entonces la designación de un nuevo obispo no
obedecía a la voluntad de Roma, sino que la decisión era del propio cabildo
catedralicio. Reunidos los miembros de dicho cabildo, nombraban compromisarios
y se elegía un árbitro, así como se establecían las personas entre las cuales
podía recaer la designación. Después encendían
un cirio, mientras sus integrantes
deliberaban sobre quien sería el nuevo jerarca de la iglesia valenciana. Esta
deliberación no debía prolongarse más de lo que tardaba en consumirse la cera
encendida.
Así
debieron hacerlo los canónigos valencianos el 23 de junio de 1356, tal y como reza
en el legajo número 790 del archivo catedralicio, siendo Vidal de Blanes
elegido como nuevo obispo de Valencia.
Por
aquel entonces era Vidal de Blanes abad de la iglesia de San Félix, en Gerona,
ya que así aparece en el pergamino 1356 del Archivo de la Catedral, en el cual
recibe una apoca (carta de pago) del
presbítero Ramón de Orta.
Sin
embargo y a pesar de la elección de Vidal de Blanes como obispo de Valencia, el
Papa Inocencio VI declaraba nula dicha elección, reservándose el derecho de
elección "pro illa vice tantum".
Tras
conocer dicha noticia Vidal de Blanes viajó hasta la residencia papal en
Aviñon, donde expuso su desconocimiento y el del Cabildo de tal reserva
pontifica, por lo que reclamaba para sí el derecho a ocupar la cabeza de la iglesia
valentina.
Finalmente,
el 5 de diciembre de 1356 el Clero de Valencia recibía una bula anunciando la
elección de Vidal de Blanes como obispo de Valencia (pergamino 491 del archivo
catedralicio).
Una
de las primeras cosas que hizo el nuevo obispo fue nada menos que contradecir
una de las normas impuestas por el rey Jaime I, norma dictada el 15 de febrero de 1249, y la cual prohibía
construir arcos entorno a templo alguno. Así el nuevo obispo pedía licencia al rey
Pedro IV el Ceremonioso para construir
un arco de paso desde el palacio obispal a la Catedral. Dicha licencia fue
otorgada por el monarca, pero fue denegada por el Concejo de la ciudad.
Finalmente y alegando los inconvenientes
de tal trasiego en tiempo de lluvia, el Concejo claudicó a favor de Blanes,
construyendo dicho arco en el año 1357.
Este
arco, hoy evidentemente desaparecido,
debió de construirse junto al antiguo campanario que se encontraba en la
entonces conocida como plaza de les "gallines", plaza que ocupaba lo que hoy es la capilla
del Santo Cáliz, antigua Aula Capitular.
También
Vidal de Blanes fue el promotor de la construcción de esta Aula Capitular, la cual se construyó
entre los años 1356 y 1359, y que al principio estaba exenta a la
Catedral. Esta Aula Capitular tenía como
objetivo servir de lugar de enterramiento a los obispos y canónigos de la
Catedral, así como servir de osario, donde se trasladarían los sepulcros de los
obispos y canónigos enterrados en otros lugares de la misma.
De
igual forma sabemos, gracias a la documentación que se encuentra en el Archivo
de la Catedral de Valencia, que celebró varios sínodos diocesanos entre los
años 1357 y 1368, así como que regaló a
la Catedral una cruz de plata adornada con dos escudos de la familia Blanes, cruz que debido al uso
fue refundida en otra en el año 1585.
Largo
y tedioso sería ahora y aquí enumerar uno a uno todos los pergaminos y legajos del archivo catedralicio donde
aparece documentado don Vidal de Blanes. Por si algún interesado está dispuesto
a indagar e investigar más profundamente en la vida y obra de este obispo
valentino, tarea por cierto más que interesante, tan solo decir que hasta el
momento hay localizados más de 120 pergaminos donde aparece documentado este
obispo.
Pero
lo que no se puede negar, es la beldad y perfección del conocido como
"Ceremonial de Obispos" que se encuentra en el Archivo de la
Catedral. Este manuscrito, realizado en Aviñón y fechado entre los años 1361 y
1369, fue encargado por Vidal de Blanes, y en sus 31 ilustraciones se muestra
al obispo realizando distintos actos
litúrgicos.
"Misal del Obispo", encargado por Vidal de Blanes. Archivo de la Catedral de Valencia. |
Detalle del "Misal del Obispo" encargado por Vidal de Blanes. |
Como indicamos más arriba, el cenotafio de Vidal de Blanes es mucho más sencillo y austero que el de su antecesor Raimundo Gastó, de menores dimensiones, pero no por ello menos bello e interesante.
Está
realizado en imitación de alabastro, y todo apunta a que originalmente estaba
totalmente policromado y dorado. La
figura yacente del Obispo, con báculo y mitra tal y como le corresponde, corona
el sepulcro, el cual contiene siete escudos de armas de la familia Blanes, una cruz
de plata sobre campo de gules, tres en el frontal y dos en cada lateral.
Este
mismo escudo de los Blanes lo podemos encontrar en el sello del obispo que se
encuentra en el archivo catedralicio.
Cenotafio de Vidal de Blanes. Capilla del Santo Cáliz. |
Cenotafio de Vidal de Blanes. Capilla del Santo Cáliz. |
Cenotafio de Vidal de Blanes. Capilla del Santo Cáliz. |
Cenotafio de Vidal de Blanes. Capilla del Santo Cáliz. |
El
cenotafio descansa sobre dos ménsulas con figuras de profetas.
Estas ménsulas no son las originales, y parece ser que poco tienen que
ver con las primitivas, las cuales y según apunta Elías Olmos y Canalda en su
obra "Los prelados valentinos"
(citando a su vez a Ballester y Esquerdo) , eran tres leones, con las armas
de los Blanes bajo sus pies.
Detalle de una ménsula del cenotafio de Vidal de Blanes. Capilla del Santo Cáliz.
|
Vidal
de Blanes otorgaba testamento ante Jaime
Rovira el 4 de mayo de 1363. En sus últimas voluntades, el obispo
valentino dejaba varios legados a sus
parientes, asistentes y para obras
piadosas. El resto de sus bienes los
dejaba a la Almoina.
Nuevamente
volvió a testar el 29 de abril de 1367, esta vez ante el canónigo Bartolomé
de Mulnar, instituyendo un beneficio con la
invocación de San Félix,, además de ofrecer a la Catedral doce cirios
grandes para que se encendieran todos
los sábados en el altar de la Virgen.
Murió
Vidal de Blanes el mediodía del 9 de febrero de 1369, tal y como se apunta en
el legajo 790 del Archivo de la Catedral de Valencia. Todo apunta a que los
restos mortales del obispo se encuentran en la cripta de la capilla del Santo
Cáliz, lugar donde fue enterrado desde
un primer momento.
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