Valentia Mediaevalis : Los castillos de la Catedral de Valencia. Un paseo por los Archivos Catedralicios.
Este blog está registrado en la Biblioteca Nacional de España con el número de ISSN 2603-8714

sábado, 3 de febrero de 2018

Los castillos de la Catedral de Valencia. Un paseo por los Archivos Catedralicios.


Creo que no hace falta decir lo rico y productivo que es el Archivo de la Catedral de Valencia. Sus fondos nos sumergen en nuestra historia y nuestro pasado, viajando a través de documentos pergaminos, y legajos.

Donaciones, bulas, permutas, diezmos, concesiones... obispos y reyes, nobles y caballeros, artesanos y constructores, clérigos y canónigos, laicos y órdenes militares, cristianos, judíos y musulmanes. Un sin fin de documentos nos ayuda a conocer mejor a los personajes que formaron parte de nuestro pasado y de nuestra historia, de sus actuaciones, de sus funciones, de sus aciertos y de sus errores, de sus miedos y de sus virtudes. Pero este Archivo, también es capaz de trasladarnos a castillos y fortalezas, a bastiones inexpugnables y fortificaciones defensivas, unas conocidas y otras no tanto, unas que han soportado heroicamente el paso del tiempo, y otras que al final han cedido ante el imparable paso de los siglos.

No es el objetivo de este artículo el entrar en profundidad a analizar la historia y fases constructivas de cada una de esas fortalezas y castillos, pero sí el dar a conocer a través de la documentación catedralicia algunos castillos que con toda seguridad, desconocíamos de su existencia, y que forman parte de nuestro pasado y de nuestra historia

Estos son los castillos que aparecen documentados en el Archivo de la Catedral de Valencia.  Sin duda un recorrido que nos trasladará a otra época y otro lugar...


Vista del castillo de Mola. Imagen del archivo de la GVA.


Dos veces aparece documentado el castillo de Alcalá, también llamado de Benissili, en los pergaminos del archivo catedralicio. Este castillo, que fue residencia de Al-Azraq, y que se encuentra en el Valle de la Gallinera, en la comarca de la Marina Alta, aparece por primera vez documentado  en este archivo en el pergamino signado con el número 7.482 y fechado el 13 de septiembre de 1352. En este documento, el heredero de Pedro Guillém, de Villafranca y Señor del Castillo de Alcalá, otorgaba a los herederos de Jaime Esplugues, un rahal llamado la Palma, en el término de Játiva.



Vista del castillo de Benissili. Imagen del archivo de la GVA.



Vista del castillo de Benissili. Imagen del archivo de la GVA.



Vista del castillo de Benissili. Imagen del archivo de la GVA.

El segundo de los documentos donde se nombra esta fortaleza es en una cláusula de venta de Ponce Guillém, Señor del castillo de Alcalá, realizada a favor de Arnaldo Guillém Catalá sobre unos censos. Este pergamino está fechado el 10 de mayo del año 1354 y signado con el número 6.785.

Es este un castillo roquero, asentado sobre la atalaya conocida como Penya Grossa, desde donde se domina todo el Valle de la Gallinera. Su planta es irregular, y quedan restos de su torre del Homenaje  y varios lienzos de muralla, junto con aljibes y algunas torres de defensa.

La siguiente  fortaleza que nos encontramos es la de Altafulla. En documento fechado el 3 de diciembre del año 1313 en Tortosa y signado con el número 3.011, el noble Guillém de Entença hacía donación al rey Jaime II de este castillo de la provincia de TarragonaEn este mismo documento, Guillém de Entença donaba al rey otras fortalezas: el castillo de Falset, que aparece documentado además de en este documento en otros siete pergaminos del Archivo del Catedral de Valencia, el castillo de Mora, que aparece hasta diez veces referenciado, y el de Tiviza que aparece hasta seis veces.


Castillo de Altafulla. Fotografía de Ricad Torres en Quicoto Blog.


Desde luego el castillo de Altafulla es un castillo que debemos visitar. Documentado por primera vez en el año 1059, fue uno de los feudos de los Entença. Aunque ha sido modificado en varias ocasiones durante el paso del tiempo, sus muros y sus troneras le dan un aspecto impresionante.


Castillo de Altafulla. Fotografía de Ricad Torres en Quicoto Blog.


El castillo de Falset, se encuentra también en la provincia de Tarragona, a escasos 60 kilómetros hacia el interior de la provincia. Se nombra en el pergamino signado con el número 5.954 y fechado el 2 de septiembre del año 1192. El documento en sí es un arreglo de cuestiones entre el rey Alfonso II y Alberto de Castellvell por este castillo, y por el honor de Berenguer de Guardia.

Documentado desde el año 1119, fue construido con toda posibilidad sobre otra fortaleza árabe existente. Podemos observar todavía la totalidad de sus lienzos de muralla, así como algunas torres y dependencias. Esta fortaleza comenzó a ser restaurada entre los años 1982 y 1985, aunque sin mucho acierto.



Imagen del castillo de Falset en una postal antigua.


Nuevamente aparece en documento fechado el 15 de junio del año 1209 y signado con el número 1.802. Este documento es nada menos que la venta del castillo de Falset y de todos los bienes de su término realizada por Pedro Deo a favor de doña Alamanda de Subirats, por el precio de 8.000 sueldos.

Años después, en documento fechado el 3 de febrero de 1241 y signado con el número 1.311, Ferrer de San Martí concedía a su hija Alamanda, como dote y ajuar por su boda con Guillém de Entença, todos sus derechos sobre los castillos de Falset, Mora, Teviza, y Marzá.



Castillo de Falset antes de iniciarse las obras de restauración. Fotografía del blog de la Asociación Española de Amigos de los Castillos.


Ese mismo día, y en documento con número 5.961, Huguet, hijo de Ferrer de Sanmartí, cedía a su hermana Alamanda y a su marido Guillém de Entença, al igual que hizo su padre, los derechos que tenía como herencia de su padre y de su abuela sobre los castillos antes dichos.



Castillo de Falset antes de iniciarse las obras de restauración. Fotografía del blog de la Asociación Española de Amigos de los Castillos.


El siguiente documento donde aparece nuevamente el castillo de Falset junto a los castillos de Mora, Teviza, y Marzá, esta fechado el 16 de junio del año 1244, y signado con el número 2.903. En este pergamino Doña blanca de Portella, renunciaba a reclamar los derechos sobre estas fortalezas en favor de su madre, Alamanda de Subirats, y de su sobrina, Alamanda de Entença.

Ese mismo día, en documento signado con el número 5.968, Alamanda de Subirats daba a su nieta Alamanda de Entença todos y cada uno de los castillos antes citados.

El último de los documentos donde aparece documentado este castillo, junto con los de Mora, Teviza y Marzá está fechado en Barcelona, el 7 de mayo del año 1324. Este documento signado con el número 1.720, es el acta en el que los síndicos de los lugares de las montañas de Prades y de estos castillos, Falset, Mora, Teviza, y Marzá, convocados por el rey, rendían homenaje al infante don Raimundo Berenguer.



Castillo de Falset tras su restauración.


El castillo de Tivissa, también conocido como Tiviza o Teviza, se encuentra en la comarca de Ribera del Ebro, en la provincia de Tarragona. Tras ser conquistado por Ramón Berenguer IV, este lo donaba a los templarios en el año 1153 junto con varias heredades en Mequinenza, Flix, Ascó, García, y Mora de Ebro. Por desgracia, nada queda de esta fortaleza, derruida en el año 1725, quizás algún pequeño resto en el ayuntamiento.

Esta fortaleza, además de aparecer en los pergaminos antes visto, también es mencionada en documento signado con el número 1.301 y fechada en diciembre del año 1170, en el cual Alfonso XI de Aragón enfeudaba a Guillermo de Castellvell, además del castillo de Tivissa, los castillos de Mora, Cabrera y Marzá. El rey se reservaba para sí los derechos eventuales en el castillo de Siurana.

El castillo de Mora de Ebro también aparece en varios documentos más aparte de los anteriormente citados. En documento fechado el 12 de abril del año 1192 y signado con el número 2.561, Alberto de Castellvell concedía a Berenguer Rocacorba y a su mujer Fandina, de por vida, una pensión anual de 50 sueldos sobre una noria situada en los pies del castillo de Mora, en el lugar llamado Riusech.


Castillo de Mora de Ebro. Fotografía de Antonio Alba.


Nuevamente aparece documentada esta fortaleza en una cesión realizada por Alberto de Castellvell a Berenguer de Rocacorba, donde en documento signado con el número 1.832 y fechado el 14 de septiembre, le otorgaba el cuarto que sobraba de los arrendatarios del horno que este poseía en el término del castillo de Mora.



Castillo de Mora de Ebro. Fotografía de Antonio Alba.


El siguiente y último documento relacionado con Mora lo encontramos signado con el número 786 y fechado el 27 de marzo del año 1221. La hija de Ferrer de San Martín, Alamanda, empeñaba a los nobles Raymundo Pérez y Ponce Belloch el castillo y villa de Mora.

El castillo de Marzá aparece documentado en los pergaminos que antes hemos visto, es decir, los signados con los números 1.311, 2.903, 1.720, y 1.301.

Este castillo se encuentra en la población del mismo nombre, en la provincia de Gerona, y de él solo quedan algunos tramos de muralla, la mayoría de ellos integrados en las viviendas de la población, y parte de una torre defensiva.


Restos del castillo de Marzá integrados en el núcleo urbano. Fotografía de Albert Sarola Juanola.

Todavía existe otro documento en el Archivo de la Catedral donde aparecen nombrados estos castillos. Este documento está fechado el 31 de marzo del año 1284 y signado con el número 789. Este documento es una sentencia del Veguer de Tarazona, Simón de Gerundella, en el pleito entre Berenguer de Entenza y sus hombres, y fray Pedro de Moncada, maestre del Temple y el comendador de Mirante de Aiztona (Aytona), Tortosa, por razón de los términos de Tortosa, Tiviza, Mora, Miravet y Aiztona, que fueron de Berenguer de Rocacorba y su esposa Arnalda de Ahones.


Otro de los castillos que aparecen documentados en el pergamino signado con el número 1.301 es el de Cabrera, también en la provincia de Gerona. Este castillo, solo accesible desde su lado norte, es de pequeño tamaño, ya que apenas cuenta con una superficie de 290 m², y se encuentra ubicado sobre la roca del mismo nombre.


Castillo de Cabrera. Fotografía de Màrius Clapés.


El castillo de Siurana, además de aparecer documentado en el pergamino número 1.301 anteriormente visto, aparece también nombrado en el documento fechado en Tamarit de Litera el 10 de octubre del año 1212, y signado con el número 1.082, en la concesión que realizaba Pedro I de Aragón a Guillermo de Cervera, durante la vida de su esposa, la condesa Elvira, de los honores que la condesa tenía sobre el castillo y villa de Siurana.



Castillo de Siurana. Fotogrfía de la web de Turismo Siurana.  http://www.turismesiurana.org/





Castillo de Siurana. Fotogrfía de la web de Turismo Siurana.  http://www.turismesiurana.org/


Esta fortaleza, roquera, de origen andalusí y construida en el siglo IX, se encuentra en el término municipal de la población de Cardunella de Monstant, en la provincia de Tarragona. De ella quedan algunos restos de muralla y de su torre principal, restos de algunas estancias, y un aljibe.

El castillo de Bairen, también conocido como de San Juan, y situado en el término municipal de Gandía, aparece citado en el pergamino signado con el número 6.551 y fechado en Gandía el 25 de octubre del año 1378. En este documento, Guillermo Antich, más conocido en Gandía como "Matoses", cambiaba un huerto que poseía en el término de Bárig, por un pedazo de tierra propiedad de Justo Jorro, tierra que se encontraba en el término del castillo de Bairén.




Vista del castillo de Bairen. Imagen del archivo de la GVA.



Vista del castillo de Bairen. Imagen del archivo de la GVA.



Vista del castillo de Bairen. Imagen del archivo de la GVA.


Vista del castillo de Bairen. Imagen del archivo de la GVA.



Vista del castillo de Bairen. Imagen del archivo de la GVA.


Esta fortaleza se encuentra a apenas 3 kilómetros de Gandía, y situada en un tossal de algo más de 100 metros de altitud. Contaba en su día con tres partes muy bien diferenciadas: un refugio para la población, el castillo propiamente dicho, y la villa formada por algunas habitaciones y casas. Aunque muy deteriorado por las inclemencias del tiempo y por un terremoto sufrido, se puede adivinar el aspecto majestuoso que tuvo en otra época.


El siguiente castillo que encontramos documentado en el Archivo Catedralicio es el de Càrcer,  del que por desgracia no queda rastro.  En palabras de Vicente Pons Alós, canónigo y archivero de la Catedral de Valencia, es muy probable que la etimología Càrcer esté en el árabe al-qasr al asfal, el "castillo inferior", en contraposición  de Sumacàrcer, al-qasr al- a la, "el castillo más alto", o "el alcázar más alto", como los topónimos Alcacer o Alcocer.

Tan solo una vez aparece nombrada esta fortaleza en la documentación catedralicia. En el pergamino signado con el número 3.503 y fechado en Huesca en diciembre del año 1186, Alfonso XI de Aragón cedía a Alberto de Castellvell los castillos antes vistos de Mora y Tiviza, junto con sus términos en feudo al fuero de Barcelona, y el castillo de Càrcer a cambio del de Arándiga.

En cuanto al castillo de Arándiga, se encuentra en la población del mismo nombre, en la provincia de Zaragoza, y es un castillo tipicamente roquero.


Castillo árabe de Arándiga. Fotografía: Magníficus.


También los castillos de Carlet y de Pontez aparecen documentados una sola vez. Al igual que ocurre con el castillo de Càrcer, de estas fortalezas árabes no queda ni un solo rastro. Estas fortalezas se encuentran documentadas en el pergamino signado con el número 3.105 y fechado en Alcira el 5 de agosto del año 1276. En este documento, Peregrín de Montagud, señor de Carlet, concedía a su hijo Pedro varios bienes por su matrimonio, así como el castillo y villa de Carlet, exceptuando la Alcudia, y la villa  y castillo de Pontez, que se encontraba en el término de Lorcha.

Tres son los castillos documentados en el siguiente pergamino, pergamino signado con el número 6.084 y fechado en Agnani el 18 de junio del año 1299.

En este documento, una bula de Bonifacio VIII dirigida a Roger de Lauria, el papa le prorrogaba el plazo en el que debía  reintegrar el pago de las cantidades con que había grabado a los castillos de Septa, Travelet y Castelnovo, a los herederos del infante don Pedro.

Sin lugar a dudas el castillo de Septa es el castillo de Seta, también conocido con el nombre de la Costurera, castillo que se encuentra en la población de Balones, en la comarca del Comtat, en la provincia de Alicante. Este castillo se encuentra a escasos 4 kilómetros de la población, y actualmente se encuentra en ruinas. Tan solo quedan en pie de esta fortaleza árabe dos de sus torreones, una circular, que debió ser la torre del Homenaje, y otra en forma de cubo, así como algún lienzo de muralla.



Vista del castillo de Seta. Imagen del archivo de la GVA.



Vista del castillo de Seta. Imagen del archivo de la GVA.



Vista del castillo de Seta. Imagen del archivo de la GVA.



El castillo de Travalet o Travadell, se encuentra en la misma comarca alicantina, en la población de Millena, y por desgracia su estado es totalmente ruinoso. Se pueden ver algunos lienzos de muralla y los restos de la que debió ser la torre del Homenaje.



Vista del castillo de Travadell. Imagen del archivo de la GVA.



Vista del castillo de Travadell. Imagen del archivo de la GVA.


En cuanto al tercer y último castillo nombrado en este documento, el de Castelnovo, se encuentra situado sobre una pequeña loma llamada de San Cristobal, cerca de la población de Castellnovo, en la comarca del Alto Palancia, en la provincia de Castellón. Nuevamente nos encontramos ante un castillo ruinoso, donde cabe destacar sus salas de arcos, sus bóvedas nervadas, y el matacán de su acceso principal.



Vista del castillo de Castellnovo. Imagen del archivo de la GVA.


Vista del castillo de Castellnovo. Imagen del archivo de la GVA.


Vista del castillo de Castellnovo. Imagen del archivo de la GVA.

El siguiente castillo documentado que encontramos es el de Crevillente.  En pergamino signado con el número 3.026 y fechado el 22 de diciembre del año 1320, Heula, mujer de Hamet e hija de Mahomet-Abén-Fudell, renunciaba a favor de Jaime II de Aragón, todas las cuestiones y demandas que pudiese habido tener sobre las alquerías de Chois y Albatera, alquerías que el rey había otorgado al caballero Acardo de Muro, sobre todo el castillo de Crevillente, habiendo confesado haber recibido para ello cierta cantidad de dinero.

El castillo de Crevillente estuvo situado en el actual núcleo urbano de la población del mismo nombre, en la comarca del Baix Vinalopó, en la provincia de Alicante. En las proximidades de esta población, también se encontraba el llamado como Castell Vell o Castillo Viejo, un castillo de origen musulmán del que apenas quedan restos, tan solo algunas cimentaciones y las bases de las que fueron sus torres defensivas.


También aparece tan solo una vez nombrado en los archivos catedralicios el castillo de Cullera. En un documento fechado el 15 de julio del año 1240, y signado con el número 1.083, se firmaba un compromiso entre el rey Jaime I y el gran maestre de los caballeros de San Juan del Hospital con respecto a la villa y Castillo de Cullera.


Vista nocturna del castillo de Cullera.


El imponente castillo de Cullera se alza en la cara sur del monte de les Raboses, dominando desde la altura el golfo de Valencia y la Ribera del Jucar. Destacan entre sus construcciones la Torre del Marenyet, la de Santa Ana Su impresionante muralla, construida en el siglo XVI tras el saqueo perpetrado por el temible pirata Dragut, fue derruida el siglo pasado.


Vista aérea del castillo de Cullera



Vista de la torre del Marenyet. Cullera.  Imagen del archivo de la GVA.


Tres veces aparece en la documentación el castillo de Chulilla, en la comarca de los Serranos, en la provincia de Valencia. Este bonito castillo se sitúa sobre el monte cercano a esta población. De época musulmana, conserva un bonito matacán almenado en el dintel de la torre barbacana que protegía la entrada al castillo.

Aparece por primera vez documentado en un legajo signado con el número 33:6 y fechado el 12 de junio del año 1340. En este documento Pedro IV de Aragón confirmaba la donación que hizo Jaime I al obispo y Cabildo de Valencia de los castillos de Chulilla y Gárig.

El segundo de los documentos está fechado el 13 de enero del año 1351 y signado con el número 2.033. El Cabildo Catedralicio concedía de por vida loa castillos de Gárig y Chulilla al obispo Hugo de Fenollet.

El último de los documentos esta fechado al día siguiente, el 14 de enero de 1251, y signado con el número 2.034. En este documento, el Cabildo concedía a Hugo de Fenollet el usufructo de los castillos de Gárig y Chulilla.



Entrada al castillo de Chulilla. Fotografía: Ayuntamiento de Chulilla.




Vista del Castillo de Chulilla.


Vista del castillo de Chulilla. Imagen del archivo de la GVA.


En cuanto al castillo de Gárig o también conocido como "de Garx", se encuentra documentado cinco veces más a parte de las tres que hemos visto junto al castillo de Chulilla. Poco o nada sabemos de este castillo que se encontraba en la alquería del mismo nombre. Aparece en la documentación con los nombres de Gárig, Garg, Garchi, Girig o Garch. Sabemos que en en los siglos XVI y XVII esta villa era aneja a la población de Bolulla, en la provincia de Alicante, para quedar poco después despoblada.














En pergamino fechado el 14 de febrero del año 1336 y signado con el número 5.593, el obispo y Cabildo de Valencia compraban al infante don Pedro el castillo de Vall de Uxó, cambiándolo luego en parte, por el castillo de Gárig. Para ello se dieron poderes al chantre Bernardo Raymundo Giner y a los canónigos Pedro de Abacia y Raymundo Ferrer.

El 10  de marzo del año 1341, el obispo y Cabildo de Valencia nombraban alcaide de la alquería y castillo de Gárig a Guillermo Marg, según podemos ver en el pergamino signado con el número 438.

Al año siguiente, el 3 de abril del año 1342, y tal y como podemos ver en el documento signado con el número 8.175, se nombraba alcaide de Gárig a Pedro Abacia.

Esto mismo se ratifica en la misma fecha y en documento signado con el número 316, donde además, Pedro Abacia que era escudero del obispo, recibía 1500 reales de Valencia cada año.

El último documento donde se referencia el castillo de Gárig está fechado el 26 de marzo del año 1352, y está signado con el número 30:5. Pedro de Abacia, que sabemos era vecino de Polop, vendía al obispo Hugo de Fenollet y al Cabildo unas casas y varios bienes en el término de este castillo.

En cuanto al castillo de Vall de Uxó, tan solo aparece documentado en el pergamino signado con el número 5.593 que vimos más arriba. Los restos de este antiguo castillo se alzan sobre un monte próximo a la población. Se encuentra en estado totalmente ruinoso, y solo se pueden apreciar algunos restos de lienzo de muralla y los basamentos de algunas torres.



Vista del castillo de la Vall de Uxó. Imagen del archivo de la GVA.


Vista del castillo de Granadelles. Imagen del archivo de la GVA.


El castillo de Granada o Granadella, también aparece documentado en el Archivo de la Catedral de Valencia una sola vez. Poco sabemos de esta pequeña fortaleza que se encontraba en el llamado Morro del Castell, sobre la cala de Granadella, en el término de Jávea, en la provincia de Alicante.  Debió de ser una fortaleza árabe de dimensiones más bien reducidas, de las que hoy solo podemos ver algunos restos ocultos por la maleza y la vegetación.

El 4 de mayo del año 1266 y en documento signado con el número 4.105, El obispo de Barcelona y los arcedianos y canónigos que habían comprado a Guillermo de Cervelló el castillo y villa de Granadella por 40.000 sueldos y 150 morabatines, decidían vender varios bienes y honores que tenían en Valencia para así poder pagar la cantidad establecida para la compra.



Vista del castillo de Granadelles. Imagen del archivo de la GVA.


Vista del castillo de Granadelles. Imagen del archivo de la GVA.


Vista del castillo de Granadelles. Imagen del archivo de la GVA.


Vista del castillo de Granadelles. Imagen del archivo de la GVA.




En el municipio de Bòrdes, en el Valle de Arán, se encuentran sobre un cerro los pocos restos que quedan visibles del castillo de León. Este castillo comenzó a construirse a principios del siglo XIII por Esutaqui de Beaumarchis, con toda seguridad sobre las ruinas de otra fortificación de origen romano.

El 31 de mayo del año 1313 y en pergamino signado con el número 1.403, Jaime II nombraba a Guillermo de Santa Coloma procurador suyo, como acto de buena fe y promesa al rey de Mallorca, que era pariente del recién nombrado procurador, de que una vez conquistados el Valle de Arán y el castillo de León, se haría cargo de los gastos hechos por el rey de Mallorca por la custodia y guardia tanto del Valle como del castillo.

El siguiente castillo que nos encontramos es el de Mola, castillo que se encuentra a 4 kilómetros de la población de Novelda, en el cerro de la Mola y junto al Santuario de Santa María Magdalena. Su estado es de ruina, aunque todavía se pueden admirar dos torres , y la entrada del castillo, destacando una torre triangular que se encuentra en al fondo del patio de armas, aunque es de construcción posterior.


Vista del castillo de Mola. Imagen del archivo de la GVA.



Torre triangular del castillo de Mola.

El 23 de diciembre del año 1513, en pergamino signado con el número 758, el Cabildo de Valencia compraba un censo de 532 sueldos y 16 dineros anuales a Pedro Maça Carroz de Arborea, quien era Señor de las villas y baronías de Mogente, Novelda, Chinosa, Monóvar, y del castillo de Mola.

Ese mismo día y en pergamino 8.013, Pedro Maça, que nuevamente aparece como Señor del castillo de Mola, junto a los síndicos de las villas antes citadas, vendía varios censos a la Almoyna de Pedro Garro.

Nuevamente aparece como Señor del castillo de Mola Pedro Maça, esta vez en documento signado con el número 757 y fechado tres días después, el 26 de diciembre, documento mediante el cual el Cabildo de Valencia adquiría una renta censal.

En documento fechado el 23 de marzo del año 1321, en el pergamino 4.132, el obispo y Cabildo de Valencia acordaban con Berenguer Lançol y Jaime de Romaní, el pago sobre el tercio diezmo del castillo de Vilallonga y la alquería de Alberique.

Este castillo, el de Vilallonga, también conocido como "de los Moros", se encuentra ubicado sobre una cima que forma parte de la sierra de Gallinera, en la comarca de la Safor, en la provincia de Valencia. Aunque el castillo es de propiedad privada, se encuentra en un estado total de abandono y deterioro. Tan solo quedan en pie parte de lo que debió ser la torre del Homenajealgún tramo de lienzo de muralla, y un aljibe.



Vista del castillo de Vilallonga. Imagen del archivo de la GVA.


En el legajo 12:25-A fechado el 19 de agosto del año 1587, el Cabildo de Valencia recibía como posesiones toda la baronía y el valle de Cortes, así como el castillo de Xerell, el cual había pertenecido al noble Luis Pallás. Testigo de este hecho fue el notario Andrés Cristobal Rocafull.

El castillo de Xerell o de Chirell, se encuentra ubicado en un peñasco cercano a Cortes de Pallás, flanqueado por las gargantas del río Jucar. Todavía conserva varios elementos interesantes, como el aljibe, la torre del Homenaje, la portada de acceso, y su doble recinto amurallado.



Vista del castillo de Chirell. Imagen del archivo de la GVA.



Vista del castillo de Chirell. Imagen del archivo de la GVA.



Vista del castillo de Chirell. Imagen del archivo de la GVA.


El último de los documentos del Archivo de la Catedral de Valencia donde aparecen documentados castillos y fortalezas está fechado el 24 de junio del año 1254, y está signado con el número 30:01. En este legajo, Jaime I concedía privilegio a favor de Fernando Garcés de Roda y todos los suyos, siendo notario y testigo Pedro de Andrés,  concediéndoles varios derechos sobre los castillos de Biar, Almizrán y Benajama, así como por la custodia de los mismos y los derechos de cena y peytas que pertenecían al rey en Aranda, Jaraco, Novelda, Terga, Masones, Arándiga y Épila.

Sin lugar a dudas y sin desmerecer al resto, el castillo de Biar,  bien merece una visita. Situado en la población del mismo nombre, en la comarca del Alto Vinalopó, en la provincia de Alicante, es una de las fortalezas mejor conservadas de la Comunidad Valenciana. Protegida por cuatro torres, dispone de doble muralla y de una gran torre del Homenaje que destaca del resto de construcciones.



Detalle del castillo de Biar. Imagen del archivo de la GVA.



Vista del castillo de Biar. Imagen del archivo de la GVA.


Por el contrario, del castillo de Almizrán o Almizra, situado en la población alicantina de Campo de Mirra, poco o nada queda, tan solo algunos aljibes y algunos basamentos de torres y murallas.

Lo mismo ocurre con el castillo de Benajama o Benejama, el cual se encontraba en la población del mismo nombre. Tan pocos son los vestigios de esta fortaleza que hoy en día se duda de si realmente fue un castillo o tan solo una alquería amurallada y fortificada. Los únicos restos los encontramos en una huerta cercana a la población, donde se encontraron lo que parece ser los basamentos de la que pudo ser la torre del Homenaje del Castillo.

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