Como
es lógico y natural cuando entramos en la Catedral de Valencia, nuestra vista
no puede evitar elevarse para ver tan magnífico conjunto, para disfrutar de la
perspectiva que sus naves nos regalan, de su ábside, su girola, sus ángeles
músicos, su magnífico cimborrio...
Sin embargo también vale la pena de vez en cuando bajar la mirada y admirar lo que casi siempre pasa inadvertido. En este caso la información que podemos ofrecer es prácticamente nula, por lo que debemos dejar que sean las imágenes las que hablen.
Sin embargo también vale la pena de vez en cuando bajar la mirada y admirar lo que casi siempre pasa inadvertido. En este caso la información que podemos ofrecer es prácticamente nula, por lo que debemos dejar que sean las imágenes las que hablen.
Y
es que esta maravilla que ahora vamos a contemplar se encuentra entre los
pedestales y las basas de las columnas de nuestra querida Catedral. En los ángulos de los pedestales rectangulares
en los que se apoyan las bases de las columnas, encontramos un sin fin de
representaciones humanas y fantásticas que tal y como afirma Juan Ángel Oñate
Ojeda en su "Catedral de
Valencia", "quieren llenar a modo de garras el espacio triangular que
queda entre ambos elementos".
Nada
sabemos de estas figuras, que Oñate intuye son anteriores al siglo XIV, incluso a la segunda mitad del siglo XIII,
aventurando que podrían representar a quienes
contribuyeron a costear la fábrica de la Catedral, nobles, gremios,
heráldicas....
Quizás
esta conjetura no sea para nada descabellada. Recordemos que tanto en la puerta
de los Apóstoles como en la de la Almoina existen este tipo de
representaciones, aunque si es cierto que sobre estas existe un mínimo de
información.
De
todos modos sobre estas representaciones se abre un campo de estudio totalmente
virgen e inexplorado, campo sobre el que
esperemos algún día alguien sea capaz de
arrojar algo de luz.
Dejemos
pues que hablen las imágenes y callen las palabras, para de este modo
poder admirar algunas de estas
"garras zoomórficas " (tal y como las denominaba Felipe Garin) que
unen el cielo con la tierra.
Te comparto
ResponderEliminarSaludos
Gracias y un besito. M.I.
ResponderEliminarsolo como especulación creo que estos "animales" podrían representar espíritus inmundos "aplastados" por el poder divino o bien la victoria contra algún tipo de paganismo, herejía o religión rival...
ResponderEliminarEn altres catedrals no s'hi troben?
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