El
tercero de los sepulcros con que nos encontramos a nuestro paso hacia la
capilla del Santo Cáliz, es quizás el que más pistas proporciona sobre a quién
pudo pertenecer, pero aún sí, parece que la duda planea sobre él.
Se
atribuye este sepulcro gótico a Baltasar de Ballester, pero la verdad, es que
no se suele añadir ninguna información
complementaria ni ningún dato histórico que lo pueda corroborar, tan solo se
afirma que es del siglo XIII.
¿Realmente
pertenece este sepulcro a Baltasar de Ballester? Y si es así, ¿Quien era este
personaje? Desde luego debió de ser alguien de importancia para ser enterrado
intramuros de la Catedral, ya que en la
Valencia del siglo XIII, siglo en el que está fechado este sepulcro, no era
nada fácil ser enterrado en el interior de la basílica. De hecho, estos enterramientos fueron
restringidos únicamente a obispos, abades y fieles de muy destacada piedad en
los sínodos celebrados en los años 1262 y 1273
por el obispo Andrés de Albalat, tal y como podemos comprobar en el
códice 163 del Archivo Catedralicio.
Si
intentamos buscar en la documentación
existente algún dato sobre "Baltasar de Ballester", poco o nada
podemos encontrar en relación a la catedral valenciana. Consultando la completísima
obra que lleva por título
"Diccionario de historia medieval del Reino de Valencia", de José
Hinojosa Montalvo, nos encontramos con
el prelado Antoni Ballester (Siglo XIV), hermano de Pere Ballester,
señor de Caprena y Petra, otro Antoni Ballester, justicia de Valencia en el año
1452, el platero Gabriel Ballester, documentado en el año 1399, Geurau
Ballester, también platero y documentado en el año 1471, Joan Ballester y Pere
Ballester, documentados en 1450 y 1325 respectivamente, Pere Joan Ballester,
pintor y miniaturista (siglo XV).... pero ni rastro de Baltasar de Ballester.
Como podemos ver, el apellido Ballester comienza a sonar con más fuerza a
partir de finales del siglo XIV, mientras que el sepulcro parece datar del XIII.
El
resto de información que podemos
encontrar si lo hacemos a través de Internet,
tan solo se limitan a hacer un
"copia y pega" de la escasa información que vimos más arriba, por lo que la ayuda es totalmente nula a la
hora de intentar desentrañar de quien son los restos que descansan en este
sepulcro.
Incluso en otras publicaciones como "Historia y Arte en las Catedrales de
España" de Narciso Casas, sigue
repitiéndose la misma información.
La
verdad sea dicha, esta lápida funeraria es de una auténtica belleza. Sobre la
figura yacente de Raimundo de Escorna,
dos ángeles funerarios acompañan el alma del difunto en su ascenso a los
cielos, mientras le espera la "Mano
de Dios". El conjunto está
protegido por doce escudos del linaje
Escorna, un toro pasante. Un precioso
crismón precede la inscripción sobre la que descansa la efigie del secretario
de Pedro III.
Junto
a esta lápida, también se encontró un pedestal con varios escudos labrados,
pedestal datado en el siglo XIV y cuya heráldica pertenece a la familia de los Vallterra , quienes también tuvieron en
su día capilla en la Catedral, e iguales a los que se encuentran en la catedral
de Segorbe.
¿Y porqué contamos esto?, pues porque curiosamente, es esta noticia la que nos
encauza un poco más en la búsqueda de nuestro personaje, ya que en uno de sus párrafos textualmente dice:
"Se trata (el
descubrimiento de la lápida funeraria de Escorna) de una de las inscripciones
funerarias medievales más antiguas descubiertas en Valencia, que se unen a las
ya existentes en la Catedral: la del deán Ramón de Belestar y la del obispo
Jaspert de Botonach, y a las conservadas en la iglesia de San Juan del Hospital"
Y es que Quizás desde un principio hubiera
sido mejor y más sencillo, el escuchar
lo que la piedra labrada de este sepulcro nos ha querido contar. Y lo que desde
siempre nos ha querido confesar no es otra cosa
que la muerte del deán de la catedral de Valencia, Raymundo de Bellestar.
Como solía ocurrir habitualmente durante todo el
medievo y en prácticamente todo tipo de
escrituras (bien fueran en pergamino o en piedra, como es el caso), muchas
palabras solían abreviarse, sobre todo nombres propios, títulos (nobiliarios o
eclesiásticos), o palabras de uso frecuente y cotidiano. El objetivo de estas abreviaturas no tenía
nada de especial ni de misterioso. Su fin no era otro que el ahorrar a su autor algo muy valioso: tiempo y
espacio. Y como no podría ser de otra forma, esta "técnica" de
abreviado se ve perfectamente en la inscripción del sepulcro del deán
valenciano.
Se
suele decir que una imagen vale más que mil palabras, y desde luego no le falta
razón al dicho, así que para que sea más fácil para todos, vamos a mostrar en
cuatro imágenes la inscripción y significado de la inscripción del sepulcro del
deán de la catedral Raimundo de Bellestar.
La primera
de ellas corresponde a la imagen real de la inscripción. La segunda representa esta misma inscripción, pero pasada a "papel",
para que de este modo se puedan apreciar con mayor nitidez y claridad todos sus
caracteres. En la tercera lámina se puede ver
la misma inscripción sin sus abreviaturas, es decir con todas las
palabras completas, y por fin la cuarta lámina, nos muestra su traducción,
donde podemos apreciar perfectamente el nombre del propietario del sepulcro: Raymundo de Bellestar.
Pero
antes de mostrar estas cuatro imágenes, me voy a permitir la licencia y el
gusto de reproducir también, por su belleza e interés, la imagen tomada por A. Saiz de la lápida funeraria de Raimundo de
Escorna, donde al mismo tiempo, podremos ver la similitud de los caracteres
grabados con los del sepulcro de Raimundo de Belestar.
Lápida
funeraria de Raimundo de Escorna, secretario de Pedro III de Aragón.
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Inscripción
del sepulcro del deán Raimundo de Bellestar
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Transcripción de la inscripción del sepulcro del deán Raimundo de Bellestar |
Transcripción
de la inscripción del sepulcro del deán Raimundo de Belestar (sin abreviat.)
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Traducción de la inscripción del
sepulcro del deán Raimundo de Bellestar
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El
sepulcro del deán se encuentra rematado con cuatro escudos de la familia
Bellestar, dos en cada lateral, "...un mont floronat d' or...",
es decir, un monte floreado de oro sobre campo de gules, tal y como indica Francesc d'Asís Ferrer i Vivés en el
volumen I de su "Heráldica
Catalana".
Pero
no solo vemos representado este escudo heráldico en el sepulcro de Raimundo de
Bellestar. En el hastial de la puerta de los Apóstoles, es decir, en su parte
interior, tras arrancar en el año 1982
el revestimiento neoclásico al que la Catedral se vio sometido entre los años
1774 al 1799, aparecieron varias heráldicas sobre sus muros, una de ellas el de
la familia Bellestar, representando el monte floreado de oro. Este mismo escudo
lo podemos volver a encontrar en el muro exterior del hastial, justo en la parte que mira al jardín.
Escudos heráldicos del linaje Belestar en el sepulcro del deán. |
Escudos heráldicos del linaje Bellestar en el sepulcro del deán. |
Escudo heráldico de los Bellestar en el hastial de la puerta de los Apóstoles |
Escudo heráldico de los Bellestar en el hastial de la puerta de los Apóstoles |
Escudo
heráldico de los Bellestar en el muro exterior del hastial de la puerta de los Apóstoles
|
Aunque
bien es cierto que la información que tenemos sobre el deán de la Catedral es
más bien poca, sí lo encontramos documentado en varios pergaminos del Archivo
de la Catedral de Valencia.
El primero de ellos, es un pergamino con la signatura 456, documento fechado el 22 de
septiembre de 1277, y en el cual el deán recibe poderes del Obispo y Cabildo de
Valencia , para que reciba obediencia de los clérigos de las iglesias que le
han sido adjudicadas en la Sentencia de los Árbitros en el pleito con
Albarracín.
Un año
más tarde, el 20 de abril de 1278, Raymundo de Bellestar vuelve a aparecer en la
documentación. Figura el deán esta vez como testigo de la elección por parte de
el obispo de Valencia, Jaspert de Botonach,
y Martí Roís, hijo y heredero de Artal de Huerto, señores de Chulilla y
Gestalgar respectivamente, de Blasco Maça de Bergua, Hugo de Romaní, y Bernat
de Busquet, como árbitros para que delimiten la frontera común de ambos
señoríos. En este documento del Cartulario de Gestalgar, cartulario que se
encuentra actualmente en la Biblioteca de Cataluña, Raymundo de Belestar
aparece como "Raymundus de
Belestar, decanus valentinus..."
Nuevamente
aparece el deán en un documento fechado el 16 de marzo de 1279, documento
signado con el número 1113 y que se encuentra en el archivo catedralicio. En
este pergamino Don Jaime de Jérica reconoce a Raimundo de Bellestar y a sus sucesores como receptores de las dos
terceras partes de los diezmos en el castillo de Domeño.
El
8 de septiembre de 1286, el canónigo de la Catedral Oliver Mascarell y su
hermano Bernardo Mascarell, reconocen y confiesan a Raimundo de Bellestar haber
percibido de forma ilícita cierta cantidad de dinero. Este documento, con
número 1124, también se encuentra en el Archivo de la Catedral de Valencia.
En
el pergamino 4698 del mismo archivo, Alfonso III manda a los jueces y jurados
de la ciudad de Teruel que hagan pagar a Raimundo de Bellestar, deán de la
catedral, cierta cantidad que debía pagar anualmente sobre sus derechos de las
Salinas de Arcos.
El
mismo día de su muerte, el 18 de noviembre de 1289, en el archivo de la
Catedral encontramos con el número 4691 el pergamino de su Codicilo.
Pero
aún después de su muerte, podemos encontrar en el archivo catedralicio un par
de documentos más donde aparece Raimundo de Bellestar. El primero de ellos, con
número 5567 y fechado el 17 de agosto de 1291, hace mención de la entrega hecha del testamento del deán
valenciano hecho en Játiva, mientras que en el segundo, fechado el 10 de
octubre de 1302 y con número 8164, se documenta la venta de unas casas por una
deuda contraída por Ramón Mercer con los albaceas de Ramón Bellestar.
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