Este
segundo sepulcro que nos encontramos de
camino a la capilla del Santo Cáliz se
suele atribuir a Matías Mercader, canónigo
de la Catedral. Se le adjudica este
sepulcro al canónigo Mercader con la única información que proporcionan los
marcos de oro que figuran en su sepultura.
A
simple vista no sería descabellado que dicho sepulcro perteneciera a Mercader,
ya que fue un caballero de importancia en la Valencia del siglo XV. Hijo de
Juan Mercader, Matías Mercader fue doctor en Derecho, y hombre de confianza del
rey Alfonso V de Aragón. Además de arcediano, canónigo y paborde de la
Catedral, Matías Mercader ejerció como inquisidor
en el año 1487.
Su
obra literaria fue más que prolífica. Al
mismo tiempo que Matías Mercader era capaz de escribir sobre leyes y derechos,
lo hacía sobre el que debió de ser una de sus mayores pasiones, la cetrería,
arte sobre el cual escribió un magnífico tratado en el año 1469, y que se
conserva en la Biblioteca Nacional de Madrid.
En
el inventario realizado el "Dic xxvij mensis junii anno Mcccc
Lxxxviiij" , es decir, el 27 de junio del año 1489, de los libros de
los que se componía la biblioteca del canónigo de la Catedral, se
contabilizaron hasta 200 títulos, libros que según una de las cláusulas de su
testamento, otorgado el 11 de mayo de 1489 ante el notario García Uguart,
dejaba a su sobrino Pere Mercader, a Onorat Mercader, y a la Catedral de
Valencia.
¿Pero
realmente este sepulcro pertenece a Matías Mercader?
En
el Archivo de la Catedral de Valencia se guarda un precioso códice sobre
filosofía, el signado con el número 31, escrito por Matías Mercader, y formado
por tres libros con una admirable letra del siglo XV, con capitulares en azul y
rojo. El primer folio de esta obra, contiene al margen dos escudos. Uno es el
de los reyes de Nápoles, el otro el
blasón de los Mercader, tres marcos de oro almenados.
Sobre
el blasón de los Mercader, aporta también un interesante dato Joseph Vicente
del Olmo, en su interesante obra " Lithologia o explicación de las piedras y otras antigüedades
halladas en las çanjas que se abrieron para los fundamentos de la Capilla de
Nuestra Señora de los Desamparados de Valencia" (año 1653).
En el capítulo XIX de dicha obra, Vicente del Olmo
nos dice textualmente:
"Las
casas que para esta obra se derribaron eran de la Dignidad de Arcediano de
Valencia, vivía en ellas por serlo en el año mil quatro cientos cincuenta y
seis el Doctor Matías Mercader, y las reparo entonces, como se colige de aver
hallado sus armas en la puerta principal. Avia sobre ella relevado un escudo de
piedra, llano y ordinario, y en el tres marcos; y assi como la ilustre familia
de los Mercaders tiene por mote en sus armas Res no li fall, en estas dezia una
letra dentro del campo del escudo, Renovabitur, en esta forma"
A este texto le sigue un dibujo del escudo descrito:
En
ambos casos vemos representado el escudo de Matías Mercader con tres marcos de
oro, no con uno, tal y como aparecen en las cuatro esquinas de los laterales
del sepulcro.
Por
tanto debemos buscar a alguien cuyas armas porten un solo marco de oro sobre
campo de gules, el mismo marco de oro que aparece representado en los trifolios
del cuarto sepulcro, también atribuido erróneamente a la familia Mercader.
Antonio
de la Torre y del Cerro nos aporta la información necesaria en su obra "La colección sigilográfica del
Archivo Catedral de Valencia", confirmando que son los March quienes
portaban en el siglo XIV como blasón un marco de oro sobre campo de gules,
blasón que cambiarían a mediados del siglo XV por 8 marcos de oro sobre campo
de gules, tal y como se puede ver en la lápida sepulcral en recuerdo de la
muerte de Ausias Marx Y que se encuentra
también en la catedral de Valencia.
En
el monasterio de Pedralbes, en Barcelona, podemos admirar la lauda sepulcral de
su abadesa, Isabel March, quién estuvo a la cabeza de la abadía entre los años
1409 y 1411. En esta lauda y de forma más que visible , podemos
distinguir el escudo familiar de los March, un marco con ocho almenas, idéntico
al que podemos observar en el sepulcro de Berenguer March.
Blasón de los March en la losa sepulcral
de Isabel March en el monasterio de Pedralbes.
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Detalle de los cuatro marcos de oro con ocho almenas de Berenguer March |
De
todos modos y si observamos detenidamente este sepulcro, ¿Sería posible
especular sobre una auténtica incongruencia? ¿Podría pertenecer este sepulcro a
dos propietarios a la vez?
Aunque
en un principio parezca un auténtico disparate, puede que no lo sea.
Así
lo apunta Mateu Rodrigo Lizondo en su estudio "La Heráldica en la puerta de los Apóstoles de la Catedral de
Valencia", trabajo enmarcado en el proyecto de investigación "La cultura literaria medieval y moderna en
la traducción manuscrita e impresa (IV)" del Ministerio de Ciencias e
Innovación.
Pero
antes, veamos una imagen de este sepulcro:
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